La saliva tiene una importancia vital en la protección de nuestros dientes, en la prevención de la caries dental y en nuestra salud general. 

En el post de hoy, desde la Clínica Dental Martí Riera queremos hablaros de la importancia de la saliva para nuestra salud bucal.

Se trata de un líquido incoloro, inodoro, insípido y un poco espumoso, constituido de agua. La producción de saliva no varía en función de la edad, salvo en periodos de menopausia. No obstante si que se asocia a factores como la temperatura o la ansiedad.

La saliva es esencia para la salud oral por sus características. Actúa sobre la microflora ejerciendo efectos antimicrobianos y nutricionales (estimulando su crecimiento). Es decir, la saliva permite mantener la flora normal, excluyendo patógenos. También aporta nutrientes necesarios y contral el pH bucal.

Cuando dormimos, la producción de la saliva disminuye debido a un menor uso de la boca, por lo que su efecto protector disminuye. Por ello es sumamente importante el cepillado dental antes de acostarnos.

¿Cuáles son las principales funciones de la saliva en protección de los dientes?

Como ya hemos comentado anteriormente, una de sus principales funciones es proteger la cavidad oral controlando el pH  de la boca. Para ello neutraliza los ácidos y por tanto, controlando las variaciones de pH.

Otra de sus funciones es la de evitar enfermedades. Elimina los sustratos exógenos, aquellos que no son imprescindibles para nuestro bienestar y que pueden provocar enfermedades. Por contra, la saliva ayuda a las bacterias beneficiosas, proporcionando continuamente nutrientes con un nivel óptimo de pH para combatir los organismos dañinos.

También ayuda a reducir la formación de caries, gracias a su función limpiadora de las estructuras orales. Entre otras funciones cabe destacar la antiinflamatoria y de protección, y la digestiva. Para esta última, contribuye a la formación del bolo alimenticio por la acción de las enzimas que presenta.

La disminución de la producción salival tiene nombre, xerostomía, y puede acarrear una serie de problemas como el aumento del riesgo de padecer caries, la halitosis o la posibilidad de infecciones por hongos.

La saliva es un elemento esencia en nuestra salud bucodental por lo que debemos prestarle una especial atención. Si notas que salivas poco, ponte en contacto con tu dentista de confianza. Como siempre, llevar a cabo revisiones periódicas permitirá detectar  posibles patologías en tus dientes y encías con tiempo para prevenirlas.