¿Es malo dejarnos lamer por un perro? ¿Qué bacterias hay en la boca de un perro que puedan suponer un riesgo para las personas humanas? Dentro nuestra salud bucal tenemos que tener en cuenta diversos factores y tomar medidas preventivas para evitar la presencia de bacterias que puedan generar problemas. Desde Clínica Dental Martí Riera en Ontinyent queremos aprovechar este post para resolver algunos de los mitos que se asocian a este tema.
Humanos y perros, como cualquier mamífero, acumulamos bacterias de muchos tipos. Algunas son inofensivas para el organismo y otras no. La gran mayoría de las enfermedades infecciosas que afectan, por ejemplo a perros y a gatos, no afectan a los humanos, y viceversa.Las enfermedades graves más habituales entre los perros (como el moquillo, el parvovirus canino y la enfermedad del gusano del corazón) no se pueden contagiar a las personas. No obstante, existen algunas infecciones, las zoonóticas, que sí que pueden transmitirse entre animales y personas.
Hablando en número absolutos, existen bastantes más bacterias en la boca de un perro que en la de una persona humana. Y la gran mayoría de ellas son distintas a las que encontramos en la boca de un ser humano. No obstante, no significa un riesgo para el ser humano en sí mismo porque no todas las bacterias son organismos patógenos.
Al igual que las personas, cada perro tiene un flora oral distinta, por lo que es difícil enumerar aquellas bacterias o microorganismos que puedan suponer un riesgo para la salud humana. Sin embargo, sí que existen diferentes estudios que hablan de enfermedades que se han desarrollado por el contacto entre perros y humanos, aunque se trata de teorías concluyentes de diferentes estudios.
Periodontitis
En un estudio científico de la universidad japonesa de Osaka, se analizó la salud oral de 66 perros y 81 personas pertenecientes a 64 familias. Los investigadores buscaron en los participantes la existencia de bacterias causantes de periodontitis al tiempo que realizaron análisis genéticos para detectar el origen de esas bacterias. El estudio concluyó que hasta el 30 % de las personas que mantenían un contacto estrecho con perros tenían en la boca bacterias caninas causantes de periodontitis.
Campilobacteriosis
No solo en la boca se encuentra el peligro, el hocico puede ser también fuente de microorganismos patógenos. La nariz de los perros es una guía para descubrir el mundo que les rodea. Olisquean un gran número de lugares, superficies, animales, objetos, líquidos,… que pueden contener patógenos.
La infección por Campylobacter (o campilobacteriosis) la pueden transmitir las mascotas portadoras de la bacteria Campylobacter jejuni, que provoca diarrea, dolor abdominal y fiebre en los humanos. Es la principal causante de las gastroenteritis bacterianas actuales. La Campylobacter puede estar presente en el tubo digestivo de los perros y se contagia a través de las heces. Es decir, no está presente en la saliva. Ahora bien, si nuestro perro ha olfateado con su hocico las heces de otro animal contagiado, el contacto con su hocico podría contagiarnos a nosotros.
Personas inmunodeprimidas, mayor riesgo.
Las personas que tienen un sistema inmune debilitado por cualquier causa, no responden de la misma forma frente al ataque de diferentes microorganismos, siendo por tanto más vulnerables. Pero, como hemos dicho, las bacterias que hay en la boca de los perros, así como virus, parásitos y hongos, pueden provocar enfermedades en las personas si éstas se contagian.Las personas desarrollan estas enfermedades trasmitidas por otros animales cuando reciben una mordedura o arañazo o cuando entran en contacto con excrementos, saliva o caspa animal.
Por tanto, a pesar de que en principio no existe ningún riesgo por el contacto entre perros y personas si ambos cuentan con una buena salud, sí es cierto, que hay que tomar ciertas precauciones con niños pequeños y bebés, personas enfermas, mujeres embarazadas y ancianos.
Y con respecto a los perros, debemos acudir de forma frecuente al veterinario, cumplir con las pautas de desparasitación y mantener una higiene adecuada.