La nicotina, como los muchos agentes químicos que están presentes en el tabaco, son altamente perjudiciales para la salud bucodental. Inciden directamente sobre nuestros dientes y encías tanto física como estéticamente, provocando daños, muchas veces irreversibles. 

Desde Clínica Dental Martí Riera en Ontinyent promovemos constantemente entre nuestros clientes la eliminación de este mal hábito como medida preventiva frente a muchas de las dolencias bucodentales que el tabaco provoca.

¿Cuáles son las principales dolencias que provoca el tabaco?

Enfermedades periodontales

La nicotina y el humo del tabaco dañan la encía en profundidad, debilitándola, y como consecuencia, haciéndola vulnerable. Esto incide directamente en la falta de sujeción de los dientes, perdiendo sujeción, se inflaman las encías y la boca presenta un dolor agudo generalizado. Aunque los síntomas de una enfermedad parecen fácilmente detectables, lo cierto es que la mala circulación que suele producir el tabaquismo, camufla la inflamación, haciendo que la enfermedad no sea suficientemente visible hasta que la periodontitis está demasiado avanzada.

Menos gusto y menos olfato

La nicotina influye negativamente en la circulación sanguínea, afectando a múltiples factores de la boca, entre ellos, la llegada de sangre a las papilas gustativas, que potencias la sensación del sabor. Por lo tanto, el fumador pierde la sensación del sabor de los alimentos.

Por otro lado, y de la misma forma, la nicotina también afecta directamente a nuestra capacidad para olfativa. Aunque pueda parecer algo superficial, una merma de nuestras capacidades gustativas y olfativas puede ser un obstáculo muy molesto en nuestro día a día.

Halitosis, olor de boca.

Los problemas derivados del tabaco son muchos y variados. Seguimos con los que inciden directamente en nuestra salud bucodental, la halitosis. La nicotina y el alquitrán, al entrar en contacto con los dientes, mucosas y lengua, provocan mal aliento. Puede que el fumador no sea consciente de este problema, pero la gente de su alrededor, fumadora o no, sí que lo notará. El humo que se genera al fumar produce sequedad en la boca y ausencia de saliva, cuya principal función es limpiar la boca evitando la proliferación de bacterias. La ausencia de saliva a su vez, retrasará la regulación del PH, aumentando el riesgo de padecer caries y otros tipos de enfermedades dentales.

Sarro y dientes amarillos

En el post anterior hablábamos del tabaco como uno de los principales agentes que provocaban la aparición de sarro en los dientes. La nicotina y el humo, en contacto con la boca, conlleva una acumulación de bacterias que, lentamente, se solidifican en los dientes creando una placa que ataca directamente a la defensas dentales. Además, los ingredientes agresivos que contiene el tabaco manchan los dientes haciendo que presenten un antiestético tono amarillo.

Curación de heridas más lenta

La proliferación de bacterias en la boca provocada por los agentes dañinos que contienen el alquitrán o la nicotina, impiden la correcta curación de las heridas, pudiendo llegar a incluso a agravarlas. Además, la sequedad de la boca provocada por el humo del tabaco aumentan la sensibilidad de la boca provocando mayor rigidez en nuestras encías, pudiendo quebrases.

Estas son solo algunas de las razones (las que afectan a nuestra salud bucodental) por las que dejar de furmar es una buena idea. Por lo tanto, no solo beneficiará a tu boca, sino que mejorará en gran medida tu bienestar general y el de la gente que tienes a tu alrededor.

Desde Clínica Dental Martí Riera, tu dentista en Ontinyent, te recomendamos que ante cualquier dolencia bucal, es imprescindible que acudas con premura a un profesional. Sus conocimientos y profesionalidad le permitirán obtener un diagnóstico precoz y ofrecerte un tratamiento especializado más efectivo.