Cualquier cambio en nuestra boca debe ser un síntoma de alerta y revisado por un profesional. Las encías suelen ser motivo de alerta por muchas razones. La sensibilidad, el dolor,… o un cambio de color puede ser sinónimo de que algo no está bien.
Observar las encías y su color es una tarea diaria que debemos llevar a cabo con más asiduidad. Si notamos un cambio de coloración o textura, es momento de acudir a nuestro odontólogo de confianza. Algunas veces cambian de color y dejan de tener ese color rosa pálido, para pasar a un color más oscuro de lo normal. Es lo que se conoce como melanosis gingival y consiste en un acúmulo de melanina de forma anormal en nuestras encías. Esto genera un aspecto marrón, incluso negro algunas veces.
Esto puede ser debido a una enfermedad gingival, ya que la inflamación y el sangrado pueden generar un cambio de coloración más oscuro; o a un tratamiento periodontal, donde la inflamación que se product después puede originar un cambio de color de las encías.
Lo normal es que tus encías se mantengan dentro de los diferentes tonos rosados suaves. Si adviertes que su color se encuentra en los extremos de esos tonos suaves debes acudir a tu dentista. El blanco o el rojo, y los tonos grisáceos, pueden ser señales de alarma de que algo no está funcionando correctamente.
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