Con la llegada de las altas temperaturas se incrementan el consumo de comidas y bebidas frías. Un método muy placentero para contrarrestar los efectos del calor pero que puede convertirse en un verdadero problema para quiénes sufren de sensibilidad dental.

Se trata de una patología que se caracteriza por la presencia de un dolor agudo que puede provocar una exposición de la dentina, tejido que está en contacto con las terminaciones nerviosas. La dentina suele estar protegida por el esmalte dental, el cemento radicular y las encías. Pero cuando se produce desgaste del esmalte o las encías se han retraído, la dentina pierde su protección.

Por ello cuando un diente entra en contacto con un alimento frío o ácido se produce un intenso dolor de corta duración que, desaparece cuando se retira el alimento o deja de ejercer presión sobre el diente.

¿Cómo tratar la sensibilidad dental?

Evitando los alimentos y bebidas frías o soportando el dolor. Esta es una de soluciones que muchos toman pero que no es la más correcta. Las molestias, el sufrimiento, la incomodidad y la limitación que puede suponer para la dieta son razones suficientes para tomar una solución ‘más profesional’.

Los tratamientos para reducir los efectos de la sensibilidad dental se centran en la aplicación de productos como dentífricos, colutorios o geles ricos en sales de potasio como el nitrato potásico. Además, existen cepillos específicos para dientes sensibles.

No obstante, tan importante es el tratamiento como la prevención. Seguir una rutina de higiene oral es fundamental para eliminar la placa bacteriana y prevenir futuras infecciones. En Clínica Dental Martí Riera en Onteniente recomendamos acudir al dentista ante la aparición de cualquier tipo de molestia bucodental.