Una de las principales causas de la sonoridad de los ronquidos es la inflamación del techo de la boca (paladar blando) y la lengua, la cual se relaja durante el proceso del sueño. A su vez, las vías de paso del aire se estrechan y, como consecuencia, se produce el sonido del ronquido.
Algunas de las principales causas que influyen en la intensidad de los ronquidos son la congestión nasal, la ingesta de alcohol o la falta de descanso. Factores que provocan una respiración más profunda y, por tanto, una mayor intensidad del ronquido. Una deficiencia respiratoria o el sobrepeso son otras de las causas principales de este problema tan molesto para quien lo sufre a la hora de conciliar el sueño.
Solucionar el problema de los ronquidos no es fácil, pero sí que podemos llevar a cabo una serie de pautas en nuestro día a día que nos ayudarán a respirar mejor y, como consecuencia, disfrutar de un periodo de sueño suficiente y de calidad.
- Llevar a cabo un tratamiento para mejorar la congestión nasal. Hacerlo eliminará en gran medida la vibración por falta de espacio que provoca el ronquido. No obstante, este tratamiento funcionará para las dolencias temporales y leves, pero no solucionará los ronquidos producidos por las deformaciones nasoorales.
- Cambiar nuestra postura al dormir. Cuando dormimos boca arriba la base de la lengua baja hata la parte superior de la garganta, facilitando la apertura de la boca para la entrada del aire, lo que produce los ronquidos. Dormir de lado, aunque no solucionará los problemas físicos que provocan los ronquidos, reducirá este problema.
- Evitar el consumo de alcohol. Su ingesta provoca apnea obstructora del sueño incluso en personas que no sufren esta enfermedad de forma habitual. El alcohol impide la correcta respiración durante la fase del sueño, ya que el centro cerebral encargado de la respiración se ve afectado cuando baja la cantidad de oxígeno en sangre. Por tanto, en estados de embriaguez, se relajan los músculos de la garganta, provocando la vibración que genera los ronquidos.
Esta serie de consejos para evitar los ronquidos, no siempre tienen el resultado esperado por los múltiples factores que pueden influir en su desarrollo. Para evitar la apnea de forma eficaz, existe una férula para no roncar. Esta, adaptada a la fisionomía de cada paciente, se coloca por la noche para mantener la posición adecuada de la mandíbula, ayudando al correcto paso del aire y evitando la vibración entre la lengua y el paladar que provoca el ronquido.
Junto con las recomendaciones anteriormente descritas, manteniendo una buena forma física, aumentando nuestra capacidad respiratoria y controlando nuestra alimentación, evitaremos los ronquidos.